Envenenar rapaces, ese delito consentido

7.000 aves rapaces (siete mil) son los datos de los que hay constancia que han sido envenenadas en España. De esas cifras , cuarenta han sido quebrantahuesos, ciento catorce águilas imperiales, trescientos cuarenta y ocho alimoches, ciento sesenta y ocho águilas reales, sescientos treinta y ocho buitres negros, dos mil trescientos cincuenta y cinco milanos reales negros y la asombrosa cifra de dos mil ciento cuarenta y seis buitres leonados, todo un alarde de valentía púnica del hombre que mata con el engaño.

Estos son algunos de los datos que vieron la luz en febrero en el I Encuentro Proyecto Life+ VeneNo en Toledo. Tanto el Milano real como el Águila imperial ibérica son de los más perjudicados, si bien en Aragón el Águila Azor perdicera está siendo especialmente atacada por este impune y cobarde comportamiento de quienes co-habitamos en territorio enemigo.

Mientras no seamos conscientes de que somos uno más de ese territorio en el que vivimos y no juez y parte del mismo, la sinrazón seguirá haciendo peligrar nuestra fauna. La educación y sensibilizacion medioambiental es una de las pocas armas que nos quedan por explotar, viendo que la justicia, lenta y sin recursos se ve incapaz de parar, al igual que los deshaucios, la mano negra de quienes con el único argumento de la expeculación, desalojan o envenenan a quien durante tiempos han habitado en su territorio.

A día de hoy tan solo 29 sentencias condenatorias son, las que por ley han sido efectivas y 79 expedientes administrativos, lo que hace predecir, que quienes tenemos fotografiadas en su hábitat a las rapaces, seámos dentro de poco, lo únicos que podamos guardar el recuerdo que esos singulares y desprotegidos moradores de nuestro territorio. Mientras la legislación actual no sea contundente y la regulación de uso de venenos y pesticidas peligrosos sea aplicada, miles de aves que sobrevuelan nuestros territorios seguirán muriendo ante nuestra estupefacta mirada, por ese deporte actual de envenenar rapaces, ese  delito consentido.

Deja una respuesta