Cauces, el vicio de la primavera

Nikon D90, f/22 , vel 3″ ISO 200, Filtro Polarizador + Filtro DN4- Selva de Oza-Huesca

Varios de vosotros me habéis comentado el volver a tratar el tema de la fotografía de ríos y cauces en el interior de los bosques y es que es una de las prácticas fotográficas más reconfortantes, ya que simplemente con acomodarse en una piedra, permanecer sentado y relajado durante horas ya merece la pena.

Los ríos además de ser un lugar tremendo para la primavera y el otoño, también en verano dependiendo de la cantidad de agua nos permiten pasar una jornada tranquila y fructífera acercándonos a la naturaleza y vida que representan.

En la cercanía de los cauces, además de estar fresco por el ambiente se pueden captar multitud de formas y composiciones. Aunque para cada situación hay unas condiciones de luz diferentes, las claves para capturar este tipo de escenas son sencillas, pero acordarse que las reglas se pueden seguir o saltarselas;

  1. Buscar un lugar del río en el que no incidan los rayos de sol directamente, es decir umbría total
  2. Acomodarse y preparar el trípode a la altura de manera que nuestra posición sea relajada (sentado en una piedra)
  3. Incluir uno o varios filtros circulares ( Polarizador, indispensable para eliminar los reflejos de luz en el agua )
  4. Ponernos en M (manual) y cerrar el diafragma al menos de f/11 a f/22 para obligar al obturador a permanecer más tiempo ( velocidades de 1,2,4,6 o más segundos)
  5. Utilizar medición de luz ponderada o matricial ya son las más completas y que menos errores dan.
  6. Si queremos sacar un tono concreto tal cual es, otra opción es medir de forma puntual en esa zona, por ejemplo los helechos o el musgo de la fotografía. (esta es otra opción de medición más exacta)
  7. Ir escudriñando, buscando y seleccionando diferentes encuadres, con el zoom o planos abiertos (angular)
  8. Tender a subexponer para intensificar los colores y corregir con la velocidad ( no con el diafragma), es decir si se nos queda oscura, le damos un segundo más, pero con el mismo diafragma.
  9. Probar diferentes encuadres, verticales, horizontales, planos cerrados, etc… e intentar enfocar al punto medio de la escena o distancia de la que estamos, para ganar profundidad de campo.
  10. Finalmente cambiar de posición tantas veces como se nos ocurra, eso si siempre cómodos.
  11. Apurar todas las posibilidades y cuando se haga la hora, ( después de 4 o 5 horas ), irnos a echar una cervezilla al bar del pueblo para hacer algo de vida social.

Bueno, suerte con los cauces y fresco comienzo de verano y final de primavera que se aproxima pronto.

[ad#468]

Deja una respuesta