Viaje a la Galicia Rural

Uno de los lugares que me lleva sorprendiendo en estos dos últimos años es una zona interesantísima de la Galicia Rural, muy cerca de Pontevedra, el Concejo de A Lama. Ya el año pasado tuve la suerte de pasar allí unos días con unos amigos afincados en Vigo y que anteriormente nos visitaron por tierras aragonesas en varios de los talleres de fotografía que habíamos hecho en Monegros y Pirineos Occidentales. Este año para repetir la aventura hemos aprovechado el puente de San Jorge, del 23 al 26 de abril y nos hemos hecho de buen gusto los 876 kilómetros que separan nuestras haciendas para volver a redescubrir más de ese paisaje, único, mágico y sorprendente de la Galicia rural.

Nos hospedamos en una casa rural que recomiendo por su calidad y precio ubicada en A Pedreira o A Lama como la llaman a esta pequeña localidad los gallegos de la zona. La casa rural tiene una capacidad para 10 personas, distribuida en dos estancias unidas por un patio interior, está dotada con una piscina (no muy común en esta tierra) y su nombre es Cas Do Mestre . Sus propietarios Patricia y su marido nos recibieron con la calma y dicha pertinente de quienes saben lo que cuesta encontrar tal paraje entre tantos rincones escondidos de la zona, algo que convierte este rincón en un lugar alejado del mundanal ruido pero a 20 minutos de Pontevedra.

Aprovechamos para recorrer en el plazo siempre corto de cualquier escapada de puente, alguno de los rincones de este concejo y visitamos la localidad cercana de Gaxate y el bosque que confluye en el río Oitaven, un lugar lleno de encanto. Si hubiéramos tenido algo más de tiempo podíamos haber aprovechado para recorrer aguas abajo una preciosa ruta de molinos bien conservados que están alojados desde tiempos inmemorables, río abajo. Como se echaba la tarde, decidimos escapar a las alturas y aún nos dio tiempo a visitar el bien conservado Castillo de Sotomaior o Sotomayor en la zona de Arcade, un recinto fortificado, perfectamente conservado y que guarda en su interior una belleza en sus piedras y cuidados jardines.

De la zona y aunque no nos dio tiempo de recorrer más, también es bueno visitar Las Ermitas, las vista panorámicas del Viso, la localidad de Pontecandelas y otros rincones de sus desmembradas aldeas que salpican el paisaje de esta Galicia Rural, llena de encanto tanto por sus gentes como por sus parajes, bellos y sinuosos entre los que mas.

De todo ello aquí se puede ver alguna de las fotografías del viaje. Sirvan éstas para ir haciendo boca en vuestra próxima visita a la zona.

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